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Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano

Naufragios y patrimonio arqueológico

En nuestro país los fondos marinos contienen una gran cantidad de embarcaciones naufragadas

En nuestro país los fondos marinos contienen una gran cantidad de embarcaciones naufragadas. La mayoría ocurrieron en épocas de la navegación a vela o vapor, cuando los avances tecnológicos y los conocimientos de los accidentes costeros, corrientes marinas y condiciones meteorológicas eran mucho más limitados que en la actualidad. Estimaciones conservadoras hablan de al menos 2.000 naufragios ocurridos en nuestras aguas en los últimos cinco siglos, de los cuales sólo un pequeño porcentaje ha sido localizado.

Los restos de estas embarcaciones, incluyendo su equipamiento y cargamento, son el testimonio material de una parte importante de nuestra historia, la que tuvo lugar en el mar y sus costas. Guardan valiosa información sobre cómo era la navegación y la vida a bordo, qué circuitos se utilizaban en el comercio marítimo y cómo se construían los barcos en los diferentes períodos históricos, entre otros temas. La arqueología -en este caso subacuática- es la disciplina científica que estudia estos vestigios materiales, con la intención de responder interrogantes acerca de nuestra historia marítima. De este modo, podemos comprender aspectos desconocidos del pasado, ampliar los conocimientos ya adquiridos o incluso desafiarlos.

Es por esta razón que la Ley Nacional 25.743 también protege a los naufragios antiguos como parte de nuestro patrimonio arqueológico. Por razones prácticas se estableció una antigüedad mínima de 100 años, aunque naufragios más modernos pueden tener un valor histórico y/o arqueológico.

Las investigaciones en este tipo de sitios pueden incluir desde prospecciones (exploraciones sistemáticas del fondo marino) hasta registros y excavaciones. Para poder llevar a cabo cualquiera de estas acciones los investigadores deben cumplir una serie de requisitos ante la autoridad competente de la respectiva jurisdicción, entre ellos, presentar la nómina del personal científico interviniente y un plan de trabajo. La autoridad evalúa la solicitud y, de cumplir con los requerimientos, otorga el permiso. La Prefectura Naval Argentina, en su rol de autoridad marítima, desempeña una función de gran importancia en el control y la protección de este patrimonio.

PH: Uriel Sokolowicz.