Las cofradías de indios de San Antonio de Humahuaca - parte 3
Las obligaciones de la cofradía de Nuestra Señora de Copacabana para con sus cofrades pueden dividirse en cuatro tipos:
- Las destinadas a la salvación de las almas (la misa, confesar y honrar a los cofrades vivos y muertos).
- La destinada a dar un cierto porcentaje de las limosnas al cura.
- Las destinadas a mantener la iglesia y al culto.
- Las relacionadas con la situación social del indígena de Humahuaca de mediados del siglo XVII.
En relación a la última, el acta de fundación expresaba: “es nuestra voluntad que se socorra con alguna limosna a los indios e indias pobres de esta cofradía y a los indios pasajeros pobres y necesitados y en particular a las viudas y huérfanos”. La frase remite a la situación social que vivía la población indígena al sur de Charcas a mediados del siglo XVII, es decir, a aquellos indios que habían quedado desagregados de sus comunidades, muchos de los cuales habían sido víctimas de los abusos ocurridos durante el largo período de conquista. Remite a aquellos indios pobres que merodeaban los caminos en busca de abrigo y comida, y a los que sólo podían quedar a merced de la explotación de españoles deseosos de incrementar sus encomiendas, o de empresarios mineros necesitados de brazos para extraer metal.
En este contexto los indígenas de Humahuaca optaron por pertenecer a la Cofradía, insertándose en esa especie de red social en la que compartían en muchos casos desde la devoción genuina hasta la búsqueda de garantizar una forma básica de seguro social.
El último registro de la Cofradía de la Santísima Virgen de Copacabana data del año 1789, por lo que se puede decir que se mantuvo por más de 150 años.
